Las siete instituciones eclesiásticas en distintos barrios de la ciudad: Parroquia Nuestra Señora de Aranzazu (Casco de San Fernando), Convento de las Hermanas Josefinas (Ex Colegio San José), Capilla Santa Cecilia (Museo Ciudad San Fernando de Buena Vista), Parroquia Nuestra Señora de la Guardia (Casco de Victoria), Parroquia Santa Teresita (Virreyes), Parroquia Nuestra Señora del Carmen (San Fernando), y Capilla San Martín de Tours (San Fernando).
La Parroquía Nuestra Señora de Aránzazu, se construyo en 1802, por iniciativa del P. San Ginés. En 1806 se inició la construcción del nuevo templo (en el lugar donde se halla hoy el palacio municipal), habiendo puesto su piedra fundamental, el 2 de febrero, el Virrey del Río de la Plata, Marqués Don Rafael de Sobremonte Núñez Castillo Angulo Bullón Ramírez de Arellano (1745-1827). El templo era de líneas muy sencillas, de planta rectangular y con un campo santo detrás.
En 1862, el cura párroco de San Fernando, el P. Bernardo Repetto, proyectó la construcción de un nuevo templo, el cual se comenzó a construir en 1870, según los planos del Ing. Juan Martorell. El mismo se realizó en estilo neoclásico, con una fachada de dos torres y un pórtico de cuatro columnas con atrio. El interior de la iglesia se fue enriqueciendo con retablos e imágenes a lo largo de los años siguientes. El retablo de San José aún guarda escrito el nombre de su donante, Antonio Vives, en 1870. A principios del siglo XX, el frente de la iglesia fue demolido y reemplazado por el que actualmente podemos ver, mucho más alto, ecléctico y conjugando las formas y elementos del gótico, románico y árabe. Las torres alcanzan los 35 m de altura, y una de ellas (torre sur) alberga el campanario, el cual consta de dos campanas de bronce grabadas y fabricadas en 1901.
El interior conserva sus características originales de planta basilical, división en tres naves con 12 columnas, un presbiterio con cuatro columnas que rodean el altar, techo abovedado con forma de cañón corrido (15 m de altura), y el coro alto con un órgano de tubos francés de 1908.
Seis rosetas avitraladas sirven para iluminar el templo desde lo alto.
El retablo mayor, realizado íntegramente en madera, está dedicado a la Virgen de Aranzazu, la cual está custodiada por San Luis de Francia y San Fernando de Castilla.
Los restantes seis retablos rinden homenaje a distintas advocaciones de María Santísima, santos y santas, entre los que cabe destacar a San José, patrono de la Iglesia Universal.
A fines del siglo XX la antigua sacristía fue transformada en Capilla del Santísimo Sacramento, el acceso al coro, en Capilla de la Reconciliación, y el campanario, en Capilla de la Virgen (donde se venera la antigua imagen de María que presidió la iglesia hasta 1979
Nuestro Templo, declarado Monumento Histórico Provincial, Ley nº 10672, 18 de agosto 1988, y Monumento Histórico Municipal, ordenanza nº 1767 “88”. H.C.D. requiere necesariamente una reparación profunda, para la cual pido la colaboración del Estado Provincial y del Estado Municipal.
Una historia de estas características, llena de personas, situaciones, esfuerzos compartidos, proyectos de servicio a la comunidad toda; que bien esta reflejada y cristalizada en una obra arquitectónica de semejante porte, como es nuestro Templo Parroquial, bien vale y justifica dedicarle en este tiempo nuestra atención.
Además, es como un reconocimiento de lo hecho por nuestros predecesores, valorarlo y proyectarlo en el tiempo, para las nuevas generaciones.
Le he pedido al Arquitecto Pablo Terzaghi, que sea el responsable de la Comisión de Recuperación del Templo y que elaborara, un primer informe, a fin de poner en conocimiento de las autoridades y de la comunidad toda, el estado de la situación edilicia.
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